Cuento unidades de insulina cuando tú no estás, carbohidratos y gramos de azúcares pierdo en cada latido cuando llega el domingo. No me vendas con olvido, no me dejes hasta el 20, pero dame una sabana y te haré mia.
Entonces no me vendas pulseras ni cepillos viajeros que adornan mis cabinas que sirven para dos con toallas que se olvidan.
St.